El ayuntamiento de Ermua abona sus facturas a proveedores en un promedio de doce días desde que se contabiliza

A pesar de que estamos inmersos en un escenario económico de constricción y de limitados recursos, además de una bajada en los ingresos municipales, en el Ayuntamiento de Ermua disponemos de un estado de tesorería "completamente saneado", que nos permite hacer frente a nuestros compromisos de pago con total normalidad. Por ello, podemos cumplir "puntualmente" con todas nuestras obligaciones económicas y el plazo medio de pago de facturas a proveedores -de bienes o servicios- en Ermua en el primer trimestre del año ha quedado en 11,89 días, del margen fijado por el Gobierno para las administraciones públicas, que es de 30 días desde que queda registrada en la contabilidad. La factura comienza el recorrido para su aprobación desde que se registra. Una vez aprobada se realiza el asiento contable y comienza el plazo para su pago, que es de otros 30 días.

A esta importante reducción del periodo medio de pago de las facturas ha contribuido, asimismo, la mejora del procedimiento de tramitación de facturas mediante la simplificación y eliminación de trámites que anteriormente retrasaban la gestión contable de los gastos y, por tanto, el abono a los proveedores, en todos los casos inferior a los 30 días establecido en la Ley 15/2010, de 5 de julio, de modificación de la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales.

Mejorar los plazos de abono de las facturas es un objetivo prioritario para el Ayuntamiento de Ermua y un ejercicio de rigor y responsabilidad, pues somos plenamente conscientes de uno de los efectos más indeseados de la crisis económica es el impago de las facturas y la prórroga en la liquidación de las facturas, por cuanto complica la actividad económica de todos los sectores y, especialmente, de pequeñas y medianas empresas, que tienen una gran dependencia al crédito a corto plazo y unas grandes limitaciones de tesorería.

De esta manera, contribuimos activamente a que nuestra economía cercana pueda ser más competitiva, pues el incumplimiento de los plazos conlleva la destrucción de nuestro tejido empresarial.

Esta rigurosidad en el pago de facturas beneficia de manera muy especial a las pequeñas y medianas empresas que realizan trabajos y servicios para el Ayuntamiento de Ermua, un segmento empresarial especialmente sensible a los vaivenes de la economía, que centra buena parte de los esfuerzos municipales en el impulso de la actividad económica.